octubre 17, 2006

Alguien desordena estas rosas

Como es domingo y ha dejado de llover, pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba. Rosas rojas y blancas, de las que ella cultiva para hacer altares y coronas. La mañana estuvo entristecida por este invierno taciturno y sobrecogedor que me ha puesto a recordar la colina donde la gente del pueblo abandona sus muertos. Es un sitio pelado, sin árboles, barrido apenas por las migajas providenciales que regresan después que el viento ha pasado. Ahora que dejó de llover y que el sol de mediodía debe haber endurecido el jabón de la cuesta, podría llegar hasta el túmulo en cuyo fondo reposa mi cuerpo de niño, ahora confundido, desmenuzado entre caracoles y raíces. Ojos de perro azul G.Garcia Marquez.

1 comentario:

  1. Maravilloso fragmento y maravilloso el libro.
    Gracias por recordarme a Nena Daconte protagonista de esta historia, algo mas que un grupo musical que copio su nombre

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