enero 28, 2011

Mi secreta rabia

..Redimir a los que han pasado, y trasformar todo fue en un así lo quise ¡sólo eso sería para mí redención! Voluntad ,así se llama el libertador y el portador de alegría; esto es lo que yo he enseñado, amigos míos! Y ahora aprended también esto: La voluntad misma es todavía un prisionero. El querer nos hace libres: pero ¿cómo se llama aquello que mantiene todavía encadenado al libertador? " fue" : así se llama el rechinar de dientes y la más solitaria tribulación de la voluntad. ..La voluntad no puede querer ir hacia atrás: el que no pueda quebrantar el tiempo ni la voracidad del tiempo, ésa es la más solitaria tribulación de la voluntad. El querer nos hace libres: ¿qué imagina el querer mismo para liberarse de su tribulación y burlarse de su prisión? ¡Ay, un necio hácese de todo prisionero! Neciamente se redime también a sí misma la voluntad prisionera. Que el tiempo no camine hacia atrás es su secreta rabia. Lo que fue, fue. Así se llama la piedra que ella no puede remover. Y así ella remueve piedras por rabia y por mal humor, y se venga en aquello que no siente igual que ella rabia y mal humor. Así la voluntad, el libertador, se ha convertido en un causante de dolor: y en todo lo que puede sufrir véngase de no poder ella querer ir hacia atrás. Esto, sí esto solo es la venganza misma: la aversión de la voluntad contra el tiempo y su " fue" . En verdad, una gran necedad habita en nuestra voluntad; ¡y el que esa necedad aprendiese a tener espíritu se ha convertido en maldición para todo lo humano! El espíritu de la venganza: amigos míos, sobre esto es sobre lo que mejor han reflexionado los hombres hasta ahora; y donde había sufrimiento, allí debía haber siempre castigo. Castigo se llama a sí misma, en efecto la venganza: con una palabra embustera se finge hipócritamente una buena conciencia. Y como en el volente hay el sufrimiento de no poder querer ir hacia atrás, por ello el querer mismo y toda vida deberían ¡ser castigo! Y ahora se ha acumulado nube tras nube sobre el espíritu: hasta que por fin la demencia predicó: ¡Todo perece, por ello todo es digno de perecer! ..Oh, ¿dónde está la redención del río de las cosas y del castigo llamado existencia?.. ..¡Ay, irremovible es la piedra "fue": eternos tienen que ser también todos los castigos! Así predicó la demencia. Ninguna acción puede ser aniquilada: ¡cómo podría ser anulada por el castigo! Lo eterno en el castigo llamado existencia consiste en esto, ¡en que también la existencia tiene que volver a ser eternamente acción y culpa! A no ser que la voluntad se redima al fin a sí misma y el "querer" se convierta en " no querer " . Todo "fue" es un fragmento, un enigma, un espantoso azar hasta que la voluntad creadora añada: " pero yo lo quise así!" Hasta que la voluntad creadora añada: " Pero yo lo quiero así!, yo lo querré así!" ¿Ha hablado ya ella de ese modo? ¿Y cuándo lo hará? ¿Se ha desuncido ya la voluntad del yugo de su propia tontería? ¿Se ha convertido ya la voluntad para sí misma en un libertador y en un portador de alegría? ¿Ha olvidado el espíritu de venganza y todo rechinar de dientes? ¿Y quién le ha enseñado a ella la reconciliación con el tiempo, y algo que es superior a toda reconciliación? Algo superior a toda reconciliación tiene que querer la voluntad, que es voluntad de poder : sin embargo, ¿cómo le ocurre esto? ¿Quién le ha enseñado incluso el querer ir hacia atrás? De la redención - F. Nietzche

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