mayo 05, 2007

La batalla

...A pesar de las grandes diferencias que había entre la ciencia dél y la mía, yo era bienvenido a esa casa por haber sabido que sin armas ni paternostres, con el sólo oficio de la medicina se debe pelear en singular batalla contra el hostis antiquus, la causa principal de todas las melancolías. ..Y estando en estos pensamientos me hallé inclinado sobre el catre, tomándole el pulso a Jeroen, al quien de cerca veía en sus ojos mayor profundidad, los cuales eran dos pozos en cuyos escuros fondos brillaba, como agua de azabache, el humor de la melancolía. .. y en medio de jadeos y dolorosos suspiros me habló en un buen latín continuado, diciéndome que yo debía seguir escudriñando el interior de los hombres, empero no de los cadáveres, porque aquestos son abandonados por los demonios, los cuales son el origen de la melancolía. Y luego añadió diciendo que era menester curar de la única enfermedad que nos podía hacer agonizar, mas no dijo que provocara la muerte... En los días siguientes de oír la plática de Jeroen, con asaz de locura y ceguera suma, concebí la desventurada y ardua empresa de deslindar en qué parte de la fábrica del cuerpo humano se elabora la melancolía; y, así, determiné, so pena caer en la desgracia de la hoguera, hallar por mi cuenta los cuerpos a los cuales debería hender con sus ánimas aún dentro... Anatomía V 1615 Andreas Vesalius.

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