De lo que pasea por tu cabeza..

Aveces noto lo que pasa por tu cabeza sin ni siquiera darme cuenta, de repente la tarde tranquila se quiebra con un trueno que nace en mi estomago y estalla en mi cabeza sumiéndolo todo en una oscuridad plena y nebulosa. El tiempo se ralentiza y todo comienza a girar detrás de los ojos haciendome perder el equilibrio. Las ganas de hacer y sentir se disipan en la penumbra al igual que el aire que me falta para seguir respirando, la luz arrastra su resplandor por el suelo iluminando raíces y desenterrando sombras tan retorcidas como los troncos de esos olivos que tanto te gustan.. La habitación se nutre de la atmósfera irrespirable que generan los pensamientos confusos y equivocados que hacen ver cosas imposibles que nunca son ni serán, pesadillas despiertas, basura psicológica, desechos mentales camino del desfiladero de la rabia sorda, ciega, errada, narcotizante e infundada. Mi piel se eriza como si cientos de insectos me acariciaran mientras duermo y la sangre se agolpa en mis sienes haciendo el pulso doliente y pausado, cada vez mas lento y comatoso. Me ahogo flotando en algún extraño fluido corrosivo que araña y hace palidecer los colores que me rodean, mientras eso que habita en el fondo de mis entrañas grita y se retuerce para hacerme ver que esta ahí. Cuando todo comienza, siempre pienso que he comido algo malo, pero cuando el mal rato esta ya olvidado, siempre hay algún rastro que me hace ver que todo ha sido un aviso del huracán que pasa por tu cabeza cuando te equivocas. Me enveneno sin saberlo percibiendo su paso silencioso, aunque hubiera podido verlo tras tus amarillos ojos si me hubiera asomado a ellos..si me hubieras dejado darme cuenta. Y nunca dices nada cuando aparece la niebla. Nunca. Matas un poco de mi cada vez que te equivocas. Pero cualquier acto tuyo hacia mi es extasis aunque comience como agonía. Nunca he sabido distinguirlos bien.. Y nunca querría saber como se existe lejos de ti. T'estimo y aquí siempre es tiempo de ababoles.