febrero 01, 2012

Fascinación

Últimamente me fascinan las cosas mas simples, esas que puedes ver cada día, a las que no les prestas atención pero que si te fijas bien brillan por derecho propio. Una mañana cualquiera vas andando hacia donde sea, la cabeza ocupada como siempre con algo trascendente o banal quizás, de pronto tu retina capta una imagen, aparentemente vacía de todo esplendor en la superficie. Y es entonces cuando tu cerebro se drena como si fuera una herida infecta, o tal vez sea lo contrario, tal vez fuera aséptico hasta ese preciso momento en el que se infecta de vida. Sigues mirando el objeto, persona o lo que quiera ser el motivo fascinador. Y se desencadena el hechizo. Esto puede ocurrir innumerables veces, niños que juegan,caen lloran, animales que no se saben espiados, papeles danzando con el viento, nubes con forma de algo, ancianos decrépitos que sonríen con la vista perdida en la nada.. Personas y objetos que transmiten sensaciones de amor, crueldad, ternura o miedo. Puede ser cualquiera o cualquier cosa, el único requisito es que por si mismo no pretenda llamar la atención. Es decir, no vale quien se regala, si no a quien se le puede robar su esencia sin que ni siquiera se de cuenta. Anoche me cruce con una mujer de esas que desean por encima de todas las cosas ser admiradas. Todo en ella era llamativo desde el artificial bronceado de su piel, hasta el ultimo de sus antinaturales pelos salidos de "Peluquerías Pepita" Incluso su ropa, tres tallas mas pequeña y mil veces mas cara de lo adecuado, era un reclamo de atención desesperado. Lejos de conseguir lo que buscaba, el resultado de su esfuerzo era un espanto para todo el que la mirara. Resultaba grotescamente vanidosa. Brillaba demasiado. En las Antípodas de la simpleza del poder fascinatorio. Creo que todos acabamos llegando a un punto en que se suelta el lastre de lo "hermoso conocido" y se admira mas lo "horrendo por conocer" que luego resulta que no ser ni una cosa ni otra. Y se sale ganando con el cambio. El objeto de mi ultima fascinación fue una paloma famélica y enferma bebiendo agua de un charco, a las puertas de un imponente edificio publico. Hubiera sido mas bonito que la gente entrara y saliera del edificio mientras ella, imperturbable continuara bebiendo tal vez su ultimo sorbo antes de ser asesinada por un gato o atropellada por un coche de caballos decimononico a la vez que un rayo de sol bañara la escena, pero no fue así. No había un alma , anochecía y una lluvia incipiente caía haciendo el calor de Agosto un poco menos pegajoso y hace mucho que los coches de caballos pasaron a la historia, por lo menos aquí. La imagen en si podía ser vulgar, pero la luz, la sombra del pájaro en el agua, la lluvia formando gotitas sobre sus ajadas plumas, todo hacía que fuera atemporal. Por supuesto admire la escena durante un buen rato de esos que duran poco tiempo. Y me la grabe en el disco duro. De momento guardo esa imagen en mi cerebro, a la espera de que aparezca otra que la sustituya. Solo entonces la olvidare como tantas veces he hecho antes. Lastima no tener capacidad para almacenarlas todas, lastima no tener un álbum de fotos mental, haber si alguien lo inventa de una vez please! A mi me vendría bien.. Aunque por ahora tengo mi propio momento precioso privado y puedo recrearlo tantas veces como me convenga y en cualquier situación. Se puede pedir mas?

2 comentarios:

  1. Hola. Lo creas o no, soy @hombredeviento. Lo que pasa es que mi perfil es una impostura perpretada por unos amigos con los que compartía otro blog.
    Bueno, a lo que voy, que me ha gustado. Por lo menos este post. No se si lo que cuentas es realidad o ficción, pero que sepas que esos momentos "inefables" yo también los tengo, a veces. Y que sepas también que creo que escribes bastante bien.
    Ala. Ya está dicho. Te veo por ahí.

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