febrero 03, 2010

H.P Lovecraft no es una impresora

Hablar de Lovecraft es recordar las pesadillas de mi infancia. Recuerdo cuando lo leí por primera vez, yo tendría aproximadamente doce años, y aunque quizá no es la literatura más apropiada para niños, yo siempre fui de esas a quienes cuanto más se les prohíbe algo, más lo persiguen, colándome en la biblioteca escolar y buscando los volúmenes “prohibidos” estirando el brazo para llegar al estante superior. En fin, es interesante su obra pues es una mezcla de ficción científica (Sci-Fi) y terror cósmico, pesadillas y alucinaciones. A continuación una breve biografía y algunos datos interesantes de su obra.
H. P. Lovecraft nació el 20 de agosto de 1890 a las 9 de la mañana en el hogar familiar situado en el Nº 194 (hoy 454) de Angell Street, en Providence, capital del Estado de Rhode Island, el más pequeño de los Estados Unidos de América y uno de los seis que componen la Región de Nueva Inglaterra. La casa fue derribada en 1961.El nombre de Lovecraft es sinónimo de ficción de horror; sus escritos, particularmente los Mitos de Cthulhu, han influenciado a los autores de ficción a lo largo y ancho del mundo, y podemos encontrar elementos lovecraftianos en novelas, películas, música, cómics y dibujos animados. Por ejemplo, los villanos de Gotham City en Batman son encarcelados en el Asilo Arkham, en Arkham, una invención de Lovecraft. Muchos escritores modernos de terror, como Stephen King, Bentley Little, Joe R. Lansdale, por nombrar a unos pocos, han citado a Lovecraft como una de sus más importantes influencias.
Lovecraft fue un escritor relativamente desconocido en su propia época. Mientras que sus historias se habían hecho un hueco en publicaciones como Weird Tales, mucha gente no conocía su nombre. A pesar de ello, mantenía regularmente correspondencia con otros escritores contemporáneos, como Clark Ashton Smith y August Derleth, gente que se convirtió en buenos amigos suyos, incluso sin haberse nunca conocido en persona. Este nutrido grupo de escritores llegó a conocerse como el “Círculo de Lovecraft”, ya que tomaban prestados elementos de las historias de Lovecraft – libros misteriosos con nombres inquietantes, panteones de dioses extraterrestres, como Cthulhu y Azathoth, y lugares como Miskatonic y Arkham – para usarlos en sus propias historias (con la bendición y ánimo de Lovecraft). Se ha sugerido que fueron los esfuerzos del Círculo de Lovecraft – particularmente August Derleth – los que evitaron que el nombre y las historias de Lovecraft desaparecieran completamente en la oscuridad.Respecto a esto, cabe mencionar que sus cartas eran realmente prodigiosas y en ellas hacía gala de una gran cultura y de inagotable fantasía.
Bautizó a sus corresponsales y amigos con nombres exóticos y sonoros: Frank Belknap Long se convirtió en Belknapius, Donald Wandrei en Melmoth, August Derleth en el Conde d´Erlette, Clark Ashton Smith en Klarkash-Ton, Robert Bloch en Bho-Blok. Él mismo firmaba sus cartas como el “sumo sacerdote” Ech-Pi-El” (transcripción fonética inglesa de sus iniciales H.P.L.), como Abdul Alhazred (el árabe loco del que hablaremos más adelante), o comoLuveh-Kerapf. Sus despedidas epistolares eran casi siempre como estas: Suyo, por el signo de Gnar, Abdul Alhzared; Suyo, por el pilar de Pnath; Suyo, por el ritual gris de Khif, Ech-Pi-El, etcétera. Lo impresionante de esto, es que tiempo después, la amistad postal y multilateral del Círculo de Lovecraft, empezó a reflejarse en su obra literaria. Sus corresponsales empezaron a salir en sus cuentos, creando así una retroalimentación que definitivamente impulso y potencializo exponencialmente los mitos, pues no era ya solamente un escritor, sino todo el círculo lovecraftiano quienes con sus ágiles plumas e impresionante imaginación contribuían a la escritura de los mitos, cada uno con sus ideas propias, pero con un eje central de personajes.

A los interesados en este tipo de horror cósmico, les recomiendo para empezar que busquen “El abismo en el tiempo”, es un libro corto con todos los elementos de la filosofía lovecraftiana.