
Bueno, por fin el otro día hice mi primera disección (25-4-07)
asi que era evidente que tarde o temprano escribiría sobre ello.
Fue una pasada en todos los sentidos, sobre todo en el olfativo.
Hacia tiempo que esperaba ese momento con curiosidad. La expectación y porque no, el morbo de lo nunca visto generaron en mi un extraño estado de irrealidad semejante a estar dentro de una película de ciencia-ficción.

Claro que había visto cadáveres antes, pero no "ese tipo de
cadaveres" la acción del
formol en los cuerpos es verdaderamente corrosiva por decirlo de alguna manera.
Pero la expectación y el morbo pasan rápido dejando sitio solo para la curiosidad acompañada de un profundo respeto por los cuerpos y la ya sospechada certidumbre de mi enoooorme desconocimiento.
Impresiona si, pero no por lo que se ve , ni por lo que se toca.
Impresiona al tener constancia de lo que estas haciendo, de que ese cuerpo usado y antiguo alguna vez estuvo vivo.
Además la
Drª "X" , la responsable del evento, tan metida en su papel, cargada con su
sobredosis de mala leche habitual, no colaboro en absoluto a distender el ambiente.
Primero trataba de
acojonarnos dando ordenes con un tono marcial mas propio de un guardia civil que de un medico:
"Separe esa vaina vaina de los rectos
arr!!"
"Señale el ganglio de
Cloquet arrr!!"
"Ese dedo, lo quiero ahora mismo palpando el conducto
inguinal arrrrr!!"
y mientras tanto sus
ojillos de comadreja
reían a escondidas a la vez que limpiaba con una gasa alguna zona que no necesitaba ser limpiada, y que de echo brillaba como los chorros de oro que diría mi madre.
Me cae bien esa mujer, (me refiero a la doctora X , no a mi madre , a ella la
adorooo)
Sus ojos de
mustélido lagrimeaban por la prolongada acción del formol, no se como podía llevar tantas horas flotando dentro del agobiante ambiente de la sala sin quejarse, sin perder ni un gramo de mala leche y sin mascara como todos los
demás, solo que ella llevaba mas de 6 horas y nosotros solo estuvimos 45 minutos.
De todas formas creo que vive
ahí y por eso tiene ese color enfermizo..
Pero lo realmente
"inolvidable" para mi fue el olor.
Creo que ese olor ha quedado registrado en mi colección aromática, en la sección perdurables de por vida.
Se me incrusto en los dedos a pesar de los guantes "
scotch britte" adquiridos en la
droguería de al lado de mi casa (que profesional!!) tomo posesión de mi garganta hasta el punto de que al acabar y salir a tomar algo
la horchata perdió todo su sabor convirtiéndose en formol granizado. Para otros
ocurrió lo mismo con la coca-cola, y aun peor, con el agua ¡
glup!
Días después de vez en cuando noto como un halo de
formaldehido flotando a mi alrededor ( si, y no se porque se intensifica cuando me acerco a la cafetera ¿¿??)
Pero sobre todo, cuando abro el atlas de anatomía fotográfica, también conocido en casa como
"el maravilloso libro de cadáveres que nadie debe tocar" el formol contraataca de nuevo en la
"sección perdurables" plaza del hipocampo, estanteria 2ª izquierda
C.P. 1234
Mi cabeza, España.
Lo de izquierda supongo-lo, ya que de niña era
ambidiestra aunque por desgracia me arrebataron esa costumbre tan original y tan mal vista...
Esta mañana mientras preparaba
café percibí el olor, y
recordé una fria tarde de hace muchos años, en el velatorio de un familiar, en que a alguien se le
había ido la mano con la colonia. Un horrorosas emanaciones de "Aire de
Loewe" llenaba la estancia. Mi madre utilizaba aveces ese perfume pero después de ese día nunca mas lo hizo, si lo
olía se ponía enferma.
Desde entonces asocio ese olor con la muerte y me resulta asfixiante.
Y desde ahora a ese recuerdo olfativo le sumo otro mas:
La horchata siempre llevara con ella el aroma del formol, aunque no por eso va a dejar de gustarme.
que asco
ResponderEliminarsi tu lo dices....
ResponderEliminaren fin....
La primera vez impresiona, y la segunda y la tercera...
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